Por: Edgar Cortez
Al día de hoy llevamos 83 días de campañas políticas presidenciales y durante todo ese tiempo el tema de las personas desaparecidas ha estado ausente casi por completo. ¿Por qué esta enorme distancia entre los problemas acuciantes del país y el debate político?
No se vislumbra, en ninguna de las candidaturas, una estrategia precisa para atender el enorme problema.
Había una expectativa de que en el tercer debate pudiera abordarse el tema pues uno de los segmentos trataría sobre inseguridad y crimen organizado. Sin embargo el tema se mencionó de manera vaga y sin planteamientos acordes a la magnitud y gravedad del asunto.
Claudia Sheinbaum mencionó lo siguiente:
- Que en la CDMX se aplicó un método de búsqueda, que ya se aplica en el país y se profundizará el mismo
- Que apoya a las víctimas
Xóchitl Gálvez dijo lo siguiente:
- Que en el país hay 50 mil personas desaparecidas
- Que hay más de 2000 fosas clandestinas
- Que se maquillan las cifras de personas desaparecidas
- Que encabezará las reuniones de la Comisión Nacional de Búsqueda
Álvarez Máynez por su parte hizo estas referencias:
- Existe una colección de fosas
- Que la tasa de desaparición creció más de 2000 por ciento
- Que fortalecerá a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas y a la Comisión Nacional de Búsqueda
- Que se construirán centros de identificación humana por todo el país
- Se combatirá la impunidad
Cómo puede verse son ideas sueltas que no permite conocer la calidad de su diagnóstico y menos se vislumbra, en ninguna de las candidaturas, una estrategia precisa para atender el enorme problema.
Los familiares y las organizaciones que les apoyamos le vamos a exigir, a quien gane la elección, que presente una estrategia clara, que precise qué se pretende hacer, cómo se hará, los avances esperados al 2030 y los recursos que se destinarán.
La desaparición de personas en México es una práctica de larga data, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas la primera desaparición documentada sucedió el 31 de diciembre de 1952. A la fecha se reportan 114,013 personas desaparecidas y no localizadas.
A fines del 2023 se desató una polémica sobre la cifra del registro pues fue cuestionado por el presidente López Obrador, quien presentó un censo de personas desaparecidas que tampoco nos dio cifras más certeras. La polémica nos dejó con dos registros y dudas sobre el número de personas desaparecidas más cercano a la realidad.
Aunque la mayoría de las personas desaparecidas son hombres, en los últimos años el número de mujeres desaparecidas crece, especialmente de adolescentes y mujeres jóvenes de entre 15 y 19 años. A la fecha no contamos con una explicación rigurosa de esta “feminización de la desaparición”.
De acuerdo con investigaciones periodísticas en el país existen más de 2000 fosas clandestinas pero carecemos de cifras públicas oficiales.
Existe información que se contabilizan más de 52 mil cuerpos y restos humanos sin identificar. Frente a lo cual se carece de la capacidad para identificarlos, pues el Mecanismos Extraordinario de Identificación Forense fracasó y el Centro Nacional de Identificación Humanos no existe.
La impunidad es casi total en los casos de desapariciones, al grado que el Comité Contra las Desapariciones Forzadas de la Naciones Unidas lo ha calificado, en el caso de México, de “crimen perfecto”
Durante todo este tiempo las candidatas y el candidato no abordaron seriamente los reclamos de las familias de personas desaparecidas: saber la suerte de sus familiares, tener acceso a la justicia y ser reparados de manera adecuada.
Quién gane tendrá que atender la crisis de desapariciones y no podrá quedarse en vaguedades. Los familiares y las organizaciones que les apoyamos le vamos a exigir, a quien gane la elección, que presente una estrategia clara, que precise qué se pretende hacer, cómo se hará, los avances esperados al 2030 y los recursos que se destinarán.